martes, 15 de febrero de 2011

La cruda realidad.

Erase una vez un país no muy lejano, en el que los niños iban solos a la escuela sin más compañía que sus amiguitos y con la confianza plena de saber que los mayores se preocupaban por su bienestar; había alegría y aventuras, peleas y reconciliaciones, miedo y valentía, pero sobre todo, compañerismo. Los padres estaban pendientes de sus hijos , jugaban a la peonza con ellos, al parchis, revisaban y firmaban sus tareas...eran tiempos de tranquilidad. Pero todo pasó al olvido cuando llegaron la modernización, el feminismo, los sueldos basura y la inflación , tales cosas hicieron que aunque papá trabajara todo el día, el dinero no alcanzara para comprar la tele de plasma, la videoconsola, la apariencia deseada y más cosas superfluas, así que mamá tubo que salir en su ayuda. De repente todo cambió,la hipoteca, el coche, la tecnología y una larga lista de facturas pasaron a ser la prioridad, esto dejó a la familia partida en pedazos y los niños se convirtieron en huérfanos con padres vivos.

Que triste es pensar que los niños se sienten solos en la actualidad, que tan sólo los acompañan videoconsolas, y programaciones basura que transmiten en la televisión, y que realmente sus padres no están ahí para jugar con ellos que es lo principal de la infancia. Los niños no son niños sin jugar, y la sociedad actual está acabando con esto; gracias a los padres que no se dan cuenta de lo que realmente es importante como es jugar con sus hijos. Doy fé de que aún así todavía hay padres que le brindan una sonrisa a sus hijos y le dan la oportunidad de sentirse queridos y arropados por esos padres que todavía sienten que la niñez no se ha perdido de sus vidas. 

"Cultiva solo aquellos hábitos que quisieras que dominaran tu vida."
Elbert Hubbard

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